En Prado Silos estamos llevando a cabo la construcción de dos silos metálicos en Sudáfrica para el correcto y duradero almacenaje de las cosechas.
Como os podéis imaginar, en la agricultura el correcto almacenamiento de las cosechas es tan importante o más como la misma recolecta ya que permite que los productos se mantengan en un buen estado y protegidos de las condiciones climáticas y los ataques de animales.
Los silos son la herramienta más eficaz para el almacenamiento y existen varios tipos diferenciándose principalmente en el material de construcción: acero, hormigón o plástico. Los más baratos son lo de plástico, llamados silos de bolsa.
Para la construcción de los silos de bolsa se requiere una gran extensión del terreno y espacio – se disponen horizontalmente en el suelo. Tienen una capacidad limitada a sólo 200 toneladas, y al no ser modulables, ante un exceso de grano a almacenar, – necesitaríamos una nueva bolsa y más espacio físico.
Aunque éstos son más económicos, a largo plazo pueden salir caros ya que no protegen de ataques de pájaros y roedores a la cosecha y además el plástico facilita la proliferación de microorganismos, insectos y hongos, suponiendo un serio riesgo de fermentación y germinación.
En general, se estiman mermas de hasta 35%, más de una tercera parte de lo recolectado. Por no mencionar la temporalidad, ya que los silos de plástico no son reutilizables, son de un sólo uso.
El proceso de galvanización de acero consiste en el refuerzo del acero con otros materiales como el zinc para protegerlo de la erosión atmosférica y la oxidación.
Los silos de metal, en cambio ofrecen soluciones versátiles y duraderas. La galvanización del acero de nuestros silos metálicos ofrecen una resistencia extra que permite almacenar de manera óptima y resistente el grano.
En comparación con los silos bolsa, de un solo uso, los silos ofrecen soluciones versátiles y duraderas. La galvanización del acero que suministra Prado Silos, Z600 en el cilindro del silo, ZM310 en los sectores de techo – la parte más expuesta del silo-, galvanización en caliente para estructuras, y tornillería que aguanta hasta 1000 horas en cámara de salina colocan a nuestros silos entre los más resistentes a la corrosión del mercado.
Con un sistema de ventilación y control de temperatura, prevenimos la aparición de microorganismos e insectos, se retrasa la germinación natural del grano y su deterioro preservando la calidad. Asimismo, las mermas producidas por roedores o pájaros se ven limitadas al máximo.
Además, por su diseño, el silo metálico facilita la gestión y manejo del grano, gracias a su sencillo mantenimiento y la posibilidad de mecanizar el proceso de llenado y vaciado.